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Cambios faciales.

La apariencia típica de la cara y del cuello cambia con la edad. Se puede perder el tono muscular, ocasionando una apariencia flácida o lánguida. Los carrillos pueden comenzar a aflojarse o colgar, llevando a un "mentón doble" en algunas personas. La nariz se alarga levemente y puede lucir más prominente en algunos individuos.

Se puede presentar igualmente un incremento en el número, tamaño y color de las manchas pigmentadas en la cara, lo cual se debe ampliamente a la exposición al sol.

La piel puede adelgazarse, resecarse y formar arrugas. Aunque las arrugas son inevitables hasta cierto punto, es probable que la exposición al sol y al humo del cigarrillo precipiten su desarrollo.

Las cejas y las pestañas se vuelven grises. La piel alrededor de los párpados se afloja y se arruga, formando con frecuencia un patrón de "pata de gallo". La órbita del ojo pierde algunas de sus almohadillas de grasa, haciendo que los ojos se vean más hundidos y limitando su movimiento.Los párpados inferiores pueden presentar bolsas y es muy común que se observen párpados caídos.
Las orejas se pueden alargar levemente en algunas personas, probablemente a causa del crecimiento del cartílago. Es posible que algunos hombres descubran que desarrollan vellos en sus orejas que se vuelven más largos, más ásperos y más notorios a medida que envejecen.

La pérdida de dientes puede hacer que los labios se vean arrugados. El maxilar (mandíbula) pierde material óseo, reduciendo el tamaño de la parte inferior de la cara y haciendo que la frente, la nariz y la boca se vean más pronunciadas.
Las encías también se encogen, contribuyendo cambios en la apariencia de la boca.
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Cambios en el sueño por el envejecimiento

Con la edad, los patrones de sueño tienden a cambiar. La mayoría de las personas encuentran que el proceso de envejecimiento los lleva a tener dificultades para conciliar el sueño y a despertarse con más frecuencia.
La dificultad para dormir es un problema molesto, pero rara vez peligroso. Debido a que su sueño es más liviano y se despiertan con mayor frecuencia, las personas mayores pueden sentirse privadas de sueño, aun cuando su tiempo total para dormir no haya cambiado.

Se gasta menos tiempo durmiendo profundamente y sin soñar. Las personas mayores se despiertan en promedio de 3 a 4 veces cada noche y son más conscientes del hecho de estar despierto.

El tiempo total de sueño permanece igual o disminuye ligeramente (6,5 a 7 horas por noche). Puede ser más difícil quedarse dormido y usted puede pasar más tiempo total en la cama. La transición entre quedarse dormido y despertarse con frecuencia es abrupta, lo cual le da a las personas mayores la sensación de tener un "sueño más ligero" que cuando eran jóvenes.

La pérdida del sueño puede finalmente ocasionar confusión y otros cambios mentales. Esto se puede tratar y los síntomas deben disminuir cuando uno duerme lo suficiente. Los problemas del sueño también son un síntoma común de depresión, de manera que a uno lo deben evaluar y tratarle esta afección si ésta pudiera estar causando el problema.

Problemas Comunes

- El insomnio es uno de los problemas más comunes en las personas de edad avanzada.
- También se pueden presentar otros trastornos del sueño como por ejemplo narcolepsia o hipersomnio.
- La apnea del sueño, en donde la respiración se detiene por un tiempo durante el sueño, puede causar problemas graves.
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Pulmones cambios con la edad

Las personas normalmente producen nuevos alvéolos hasta aproximadamente los 20 años. Después de esta edad, los pulmones comienzan a perder parte del tejido, el número de alvéolos disminuye y hay igualmente una disminución en los capilares pulmonares. Los pulmones también se tornan menos elásticos (capaces de expandirse y contraerse) debido a diversos factores entre los que se encuentra la pérdida de una proteína del tejido denominada elastina.
La fuerza máxima que uno puede generar cuando inhala o cuando exhala disminuye con la edad, a medida que el diafragma y los músculos entre las costillas se vuelven más débiles. El tórax tiene menos capacidad de estirarse para respirar y el patrón respiratorio puede cambiar ligeramente para compensar la disminución de la capacidad para expandirlo.



Efecto de los cambios

La función pulmonar máxima disminuye con la edad. La cantidad de oxígeno que despiden los alvéolos hacia la sangre disminuye, la tasa de flujo del aire a través de las vías respiratorias decrece lentamente luego de los 30 años y la fuerza máxima que uno es capaz de alcanzar al inspirar y espirar baja. Sin embargo, incluso los ancianos deberían tener una función pulmonar adecuada para llevar a cabo actividades diarias, debido a que nosotros tenemos una función pulmonar extra en nuestra juventud. Ésta es la razón por la cual las personas normales pueden tolerar la extirpación quirúrgica de todo un pulmón y aún así respiran razonablemente bien.

Un cambio importante para muchas personas de edad avanzada es que las vías respiratorias se cierran más fácilmente y tienden a colapsarse cuando una persona mayor no respira profundamente o cuando permanece en cama durante un tiempo prolongado.

Respirar superficialmente a causa de dolor, enfermedad o cirugía provoca un riesgo mayor de desarrollar neumonía u otros problemas pulmonares. Como resultado de esto, es importante para las personas de edad avanzada permanecer fuera de la cama el mayor tiempo posible, incluso cuando estén enfermas o después de una cirugía. Cuando esto no sea posible, puede servir la "espirometría incentiva" que consiste en soplar dentro de un pequeño dispositivo para ayudar a mantener las vías respiratorias abiertas y despejadas de moco.

Normalmente, la respiración es controlada por el cerebro, el cual recibe información de diversas partes del cuerpo que le dicen qué tanto oxígeno y dióxido de carbono hay en la sangre. Los bajos niveles de oxígeno o los niveles altos de dióxido de carbono desencadenan un aumento en la tasa y profundidad de la respiración. Es normal que las personas de edad aún estando saludables tengan una menor respuesta tanto a la disminución de los niveles de oxígeno como a un aumento de los niveles de dióxido de carbono.

La laringe también cambia con la edad, haciendo que el tono, volumen y calidad de la voz cambien. La voz puede volverse más sosegada y levemente ronca. En las mujeres puede disminuir el tono (tornarse más bajo) y aumentar (tornarse más alto) en los hombres. La voz puede sonar "más débil", pero la mayoría de las personas siguen siendo capaces de mantener una comunicación efectiva.
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Salud mental en las personas mayores

La población de nuestro país está envejeciendo. La edad puede acarrear ciertos factores de riesgo para la salud mental y el bienestar, como lá perdida del apoyo social de la familia y los amigos y la emergencia de enfermedades fisicas o neuro-degenerativas, como el Alzheimer y otros tipos de demencia. Los índices de siucidio son elevados en las personas mayores.

Impulsar un envejecimiento saludable y activo es uno de los objetivos clave en nuestro país ya que cad vez se aumentan mas personas mayores.

Por eso mismo queremos que todos los interesados en este tema y ayudar a nuestros adultos ya mayores que tomen las siguientes medidad relativas a la salud mental de todos ellos.

- Facilitar la participación activa de las personas mayores en la vida de la comunidad fomentando su actividad física y las oportunidades educaciones.

- Desarrollar esquemas de jubilación flexibles que permitan a las personas mayores seguir en su puesto de trabajo durante más tiempo ya sea a tiempo completo o tiempo parcial.

- Desarrollar medidad para fomentar la salud mental y el bienestar entre las personas mayores que reciben cuidados (médicos y/o sociales) en el ámbito comunitario e institucional.

- Establecer medidad de apoyo a los cuidadores, diciendoles que puede, que no debe hacer, comer y el medicamento que debe de tener su procedimiento.
No olvides dejar tu comentario o duda.
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Ambiente saludable y seguro para los adultos mayores

• Abrir el agua fría antes que la caliente para evitar quemaduras, luego regule al gusto.
• No fumar, y si lo hace, no hacerlo en el interior de la casa y menos aún en la cama.
• Abrir ventanas todos los días para que circule el aire, pero evitar corrientes.
• Los lugares más iluminados deben ser la cocina, el comedor y habitaciones ya que son sitios donde se permanece más tiempo.
• El silencio es parte indispensable para descansar y relajarse. Si la casa se localiza cerca de un lugar ruidoso como una avenida transitada o ruta de avión, es conveniente disminuir el ruido utilizando materiales aislantes como corcho o hule espuma o amortiguarlo con barreras naturales como plantas altas o árboles.
• Se recomienda desconectar los aparatos electrodomésticos mientras no se encuentren en uso ya que se puede evitar radiaciones inútiles y ahorro, es importante instalar el polo de tierra porque los protege de descargas eléctricas fuertes y riesgos. Cerciorarse de que los enchufes de aparatos eléctricos no queden conectados permanentemente en los baños.

Es de vital importancia ser conscientes que los accidentes no son casuales sino que casi siempre tienen una causa prevenible y por tanto el que parezcan sorpresivos es solo apariencia porque las lesiones tienen riesgos específicos que son corregibles.

Uno de cada tres adultos mayores de 65 años tiene probabilidad de caer cada año, y a esa edad, las caídas son la principal causa de lesiones cuyas complicaciones podrían incluso conducir a la muerte. Afortunadamente la mayoría de las caídas no son graves, pero se deben considerar varias medidas de prevención en el hogar para evitarlas:

• Los cojines adicionales en el asiento de sofás o sillas pueden ofrecer una elevación adecuada que permita sentarse y pararse con menor esfuerzo.
• Instalar barras bien afianzadas para sostenerse en duchas y tinas, de ser necesario un lugar para sentarse y ayudas para levantarse del inodoro.
• Para adultos de edad más avanzada, es preferible que los muebles tengan brazos.
• Evaluar el o los sitios de la casa en los que alguno de sus habitantes mayores haya caído y realizar las modificaciones adecuadas al lugar para evitar que se repita.
• Colocar tapetes antideslizantes en duchas, tinas y sus lugares de salida.
• Utilizar preferentemente jabón líquido con despachador e instalarlo a la altura adecuada para evitar que se incline y caiga por vértigo en la ducha.
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La felicidad depende más de una actitud positiva que del estado físico

Una actitud positiva ante la vida proporciona mayor felicidad en la vejez que el estado de salud, según una investigación desarrollada por la Universidad de California en San Diego.
El estudio pone de manifiesto que el optimismo y la actitud de “hacer frente” a las cosas son más importantes para conseguir un envejecimiento feliz, que las mediciones tradicionales de salud y bienestar. Una nueva percepción del envejecimiento que pone fin a la creencia de que el buen estado físico es sinónimo de un envejecimiento óptimo.

La felicidad en la vejez depende más de una actitud positiva que de la salud que se tenga, señala un estudio realizado por el Sam and Rose Stain Institute for Research on Aging (SIRA), perteneciente a la Universidad de California en San Diego.

El estudio llama la atención por la inusual consideración de criterios subjetivos para evaluar el estado del envejecimiento.

En esta investigación se examinó a 500 voluntarios de edades comprendidas entre los 60 y 98 años, que vivían independientemente y que habían padecido diversas enfermedades, como el cáncer, fallos cardiacos, diabetes, problemas mentales u otro tipo de disfunciones.


Tal como explica al respecto la revista Medicalnewstoday, a los participantes en el estudio se les pidió que evaluaran su envejecimiento en una escala del 1-10, siendo 10 un grado de buena calidad de vida en la vejez.

La media de esta valoración entre los encuestados fue de 8.4, lo que desvela la actitud positiva dominante respecto a cómo vivían su envejecimiento. Menos del 10% de los entrevistados asociaban la calidad de su envejecimiento con el estado de salud corporal.

Lo más sorprendente de los resultados obtenidos, sin embargo, fue que los voluntarios más optimistas –aquellos que pensaban que estaban envejeciendo bien- no siempre coincidían con los que tenían mejor salud.

Tenemos que hacer que nuestras personas mayores siempre anden contentos con todos y que al llegar a esas edades sigan haciendo lo que gusten.
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10 consejos para cuidar a los mayores sin afectar tu salud

Frecuentemente las personas a cargo del cuidado de los mayores pasan tanto tiempo preocupándose por las necesidades de los demás que descuidan las suyas.
¿Estás cerca de estar a cargo de algún adulto mayor?
Sigue estos 10 consejos para ser un cuidar de algún mayor sana y efectivamente.

1. Acepta ayuda. Es fácil sentirte abrumado y con resentimiento por tu situación, así que deja otros te ayuden en lo que puedan. ¡Alejarte un poco de la situación es importante para ti!.

2. Investiga la condición médica de tus padres para que hagas las preguntas correctas cuando estés buscando un asilo.

3. Sé abierto: “Las familias pueden hacer hasta lo imposible para evitar que el padre o la madre terminen en un asilo, aun cuando éste puede ser el mejor lugar para ellos”.

4. ¡Ríe! La risa libera endorfinas, lo que te ayuda a librarte del estrés y a mejorar tu aspecto.

5. Tenerles paciencia y escucharlos tránquilos.

6. Platica acerca de los planes que tienen para cuando el fin se acerque: puede sonar desagradable pero, frecuentemente, la gente mayor aprecia que se escuchen sus deseos. Si es posible, escríbelos para que no exista confusión si se da el caso de que necesiten asistencia para vivir dignamente.

7. Sigue en contacto con tus amigos y date tiempo para estar con tu pareja e hijos.

8. Lleva a cabo una junta familiar para asignar las responsabilidades de cada quien.

9. Cuida tu salud: los expertos dicen que al estar a cargo del cuidado de alguien, puedes poner en riesgo tu salud (por ejemplo, cuando se diagnostica a un paciente con Alzheimer, se avisa a los familiares que estén a su cargo pueden enfermarse con más frecuencia que los que no lo están).

10. “Olvídate de la culpa.”

¿Ya estás a cargo de alguien?
Dejanos tu comentario !!

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Envejecimiento saludable

Ante el aumento de la esperanza de vida, mantener hábitos saludables y evitar factores de riesgo se torna fundamental si queremos vivir más y mejor nuestra madurez..

La esperanza media de vida en México en el año 1900 era de 35 años para los hombres (algo más en las mujeres). Un siglo después supera los 76 años en los varones y los 82 en las féminas. Esto hace que la educación desde la infancia en lo que se conoce como “estilos de vida saludable” sea fundamental de cara a preparar un envejecimiento satisfactorio que nos permita vivir con plenitud los últimos años de nuestra vida.

El manual “Nuevas miradas sobre el envejecimiento”, realizado por el jefe de servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), José Manuel Ribera Casado, explica que para conseguir este envejecimiento saludable hay que tener en cuenta tres aspectos básicos:

1.Evitar los hábitos tóxicos (tabaco o alcoholismo, entre otros).
2.La actividad física.
3.Una alimentación adecuada.

La literatura médica tiene perfectamente contrastado que la actividad física hace que vivamos más tiempo y en mejores condiciones. Además, según este manual, que se ha incorporado recientemente a la web del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social español, el ejercicio mantiene en mejores condiciones los huesos y los músculos, favorece la función cardiaca y respiratoria, ayuda al control de determinadas enfermedades e, incluso, mejora la función mental.

Evitar los hábitos tóxicos

El tercero de los aspectos a tener en cuenta es la obligación de evitar los hábitos tóxicos. En este punto, el consumo de alcohol no tiene por qué ser prohibido totalmente. En la mayor parte de los casos puede ser limitado a un máximo de 1 ó 2 vasos de vino diario.

Sin embargo, lo que no admite excepciones es el tabaco. Este hábito sigue siendo un factor de riesgo para múltiples procesos cardiovasculares, respiratorios y tumorales a cualquier edad, no sólo en las personas mayores. La recomendación es suprimirlo siempre.De esta forma, dado que la esperanza de vida cada vez es mayor, se informa de que aquellas personas que quieran tener un envejecimiento pleno deberán adquirir unos hábitos de vida saludables y evitar factores de riesgo. Éstos les permitirán vivir más y mejor.
Ventajas de la actividad física

Así, vemos que las principales ventajas de la actividad física para que el individuo pueda conservar su autonomía hasta edades avanzadas son:

•Reduce los niveles de ansiedad.
•Ayuda a mejorar la actividad mental.
•Favorece la rehabilitación articular, respiratoria, traumatológica, vascular, post-quirúrgica, etc.
•Mejora la calidad de vida.
•Ayuda a mantener una buena masa muscular.
•Mejora la capacidad aeróbica.
•Reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
•Estabiliza la densidad mineral ósea, previniendo la osteoporosis.
•Modifica favorablemente la homeostasia hidrocarbonada.
•Ayuda al control de procesos crónicos muy comunes en la vejez (cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, depresión, osteoporosis, etc.).
•Ayuda en la lucha contra otros factores de riesgo cardiovascular, como tabaquismo o hipercolesterolemia.
El manual deja bien claro que “la edad nunca va a ser una contraindicación para la actividad física e incluso para el deporte, si se practica de la forma más adecuada para cada persona”. Explica que, desde el simple paseo o el baile hasta la práctica no competitiva de la natación, la marcha, el ciclismo, la gimnasia o el golf, la recomendación debe ser positiva, siempre y cuando no existan contraindicaciones evidentes ligadas a patologías específicas bien conocidas.

Alimentación adecuada y nutrición en la tercera edad

Otro de los “hábitos saludables” que se constituye en uno de los principios básicos de prevención en geriatría es el de una alimentación adecuada. En este punto, las recomendaciones requieren también del lógico sentido común y deben partir de un buen conocimiento de los problemas nutricionales más frecuentes y las necesidades de la persona mayor, así como de sus exigencias energéticas y sus carencias en cuanto a vitaminas y minerales.

•Es fundamental beber agua, que se ingiera una cantidad suficiente de líquido, nunca inferior a los dos litros diarios.
•Hay que fomentar el consumo de fibra, tanto a través de alimentos ricos en ella como mediante preparados específicos.
•Tiene que ser variada, acorde con los hábitos previos del sujeto.
•Debe contener suficiente aporte energético y ser rica en alimentos frescos, en productos lácteos, en vitaminas y en minerales.
•En determinadas situaciones puede estar indicada la administración de suplementos nutricionales o de dietas enriquecidas con vitaminas o minerales.