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Que significa envejecer?

El envejecimiento corresponde a una etapa de la vida del individup en la cual se pierde progresivamente la capacidad de adaptación y la aptitud de reaccionar adecuadamente a los cambios.

Este deterioro se debe a la disminución del potencial de reserva que se produce naturalmente en todos los órganos y sistemas del cuerpo con el transcurso de los años.

El envejecimiento es inevitable.
La calidad del envejecimiento dependerá, en gran medida, de cómo hayamos vivido. Existen aspectos positivos de la vejez, debemos aprender a aprovecharlos. Se ve perdiendo. El adulto mayor puede espirar normalmente y caminar sin problemas, es capaz de estudiar con calma, pero al aumentar las exigencias no les es posible rendir como él quisiera.

Existen aspectos negativos y aspectos positivos del envejecer. Los aspectos negativos son muy conocidos: las enfermedades, la autoimagen negativa, la pérdida de relaciones sociales, la disminución de los ingresos, la cercanía de la muerte. En cambio, suele hacerse menos hincapié en los aspectos positivos; la acumulación de experiencia y sabiduría, la conservación de la capacidad funcional a pesar de las enfermedades, el tiempo libre que permite hacer lo que se desea.
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Perdida de autoestima

El hombre o mujer actual, enfrentando a la realidad del envejecimiento en medio de una sociedad con las características que hemos enumerado en el apartado anterior, es probable que viva la etapa de su jubilación y retiro como una situación de pérdida y minusvalía, como una especie de marginación social.

Es fácil que se sienta a sí mismo como alguien que ya no cuenta
mucho para los demás porque percibe que los demás no cuentan con él. Y a nivel familiar, que es el lugar donde aún podría sentirse tomado en cuenta, la nueva realidad de la familia nuclear permite que el abuelo vaya poco a poco sintiendo o percibiendo que tampoco en este ámbito su presencia sea tan necesaria. No es raro, por lo tanto, que algunos (quizá muchos) ancianos sufran la experiencia de vivir su autoestima en serio menoscabo.
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Representacion sociales de la vejez


La vida de cada persona se enmarca y condiciona por la circunstancia histórico social en el que le ha tocado vivir.

La representación que socialmente se tiene de la vejez influye en la actitud que se asume ante el anciano.

Las actitudes de personas hacia ellos, que pueden ir desde fomentar su dependecia hasta no hacerle mucho caso porque "esta hablando demasiado sobre sus fantasías y experiencias de la infancia o juventud" debido a esa adquisición que aparece en la vejez de legar al otro, de auto trascender, influye en la imagen que el anciano construye de sí mismo, el cual al mirarse frente a un espejo nota sus arrugas, su piel menos brillosa, sus cabellos blancos.




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La educación en la vejez, necesaria

La educación en el adulto mayor constutye en nuestros días un proceso de gran importancia, con ella pueden lograrse un mejor estilo de vida en el anciano donde existan proyectos, esperanzas, conocimiento real de sus potencialidades, de sus valores y hasta dónde puede llegar. Permite preparar al anciano para llevar una vida más saludable tanto física como psíquicamente.

La educación en el adulto mayor permite la inserción del anciano en esa sociedad que un día construyó y de la que se siente apartado. Resulta un modo de lucha contra las representaciones que hoy priman de la vejez y que tanto los limitan, constituyendo así una necesidad de orden cocial.

La educación en el adulto mayor, una educación para aprender a vivir, es hoy una tare de primer orden para todos aquellos que desde la familia, la comunidad, el centro de salud, centros educativos interactúen con sujetos en la tercera edad.
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Los adultos mayores y la soledad

El principal problema de los Adultos Mayores es siempre el mismo en cualquier lugar del mundo: vivir el máximo de tiempo con el máximo de calidad, conservando el rol que da sentido a la vida de la persona. El ser humano no puede pensarse a sí mismo si no lo es como miembro de una colectividad que constituye su grupo de referencia y su grupo de pertenencia.


Se habla mucho de la soledad en adultos mayores y se le considera como uno de los problemas de la vejez, cabe preguntar por la especificidad de la soledad en la vejez, la soledad en adultos mayores es un empobrecimiento de la calidad de sus relaciones sociales



Los adultos mayores enseñan que, incluso cuando se pierden algunas cosas, como la juventud, se encuentran otros dones como el de autoconocimiento, es tiempo de asumir las ganancias del conocimiento, la sabiduría, el humor, de celebración profunda, de la alergía del saber, de sentir orgullo y de un poder consciente; es tiempo de conocerse, de integrarse, es tiempo de que ser un adulto mayor es un honor.


Los cambios psicológicos y sociales deben conllevar a asumir una actitud positiva, es situarse en relación con el mundo; es necesario crear la propia responsabilidad de actuar para si mismo, en el interes por vivir la vida, el saber que su entorno puede ser amable y seguro. Los adultos mayores requieren de actividades con un sentido, o sea que signifiquen una forma real de pertenencia social y de participación en la corriente de la vida de un grupo que les resulta propio.
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Cuidado de los pies

Es frecuente que las personas de edad presenten problemas en los pies, y el dolor puede impedir las actividades diarias y el ejercicio de caminar. Los problemas más frecuentes son deformaciones de los dedos de los pies, de las uñas y algunas infecciones. Entre las deformaciones podemos mencionar los juanetes, los ortejos en martillo y el pie plano.


El mejor tratamiento de las deformaciones es evitar que aparezcan, descartando los zapatos en punta que aprietan los dedos y el tacon alto. Su uso hace que estas deformaciones sean más frecuentes en la mujer.

Una vez aparecidas, debe usarse calzado cómodo y amplio. Ayudarse con pequeños aparatos que enderecen los dedos, o recurrir a la intervención quirúrgica.


Las infecciones más frecuentes se deben a hongos y bacterias que pueden comprometer la piel y las uñas. Para evitarlas es importante el aseo y correcto secado después del baño. La humedad es el factor que favorece a las infecciones.


Las heridas de los pies no son muy frecuentes pero pueden ser graves, especialmente en pacientes que sufren de diabetes y mala circulación. Estos pacientes deben de consultar médico en forma rápida. Para evitar deformaciones y dolores.
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Calidad asistencial

Cuando los familiares de un anciano se deciden por este tipo de instalaciones exigen en primer lugar atención difícil de medir: cariño, respeto y afabilidad. Sin embargo, existe otro tipo de atención a la que hay que prestar especial cuidado. Entre otros aspectos, buscan que la dotación de asistencia directa (personal de enfermería, auxiliares o gerocultores) sea la adecuada.

La existencia de salas de consulta médica y para las curas, la disposición
de un médico de forma permanente en el centro o servicios de fisioterapia y rehabilitación son aspectos que tampoco deberían faltar. Sin embargo, la nota resultante tras el análisis de este capítulo pone en evidencia carencias, apenas un aceptable.

Dos de cada tres centros analizados disponen de un cuidador para seis ancianos, que según los especialistas, puede considerarse óptimo para estos centros.
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La Piel cuidados

La piel del adulto mayor es distinta a la del joven: es más frágil seca y menos elástica. Esto facilita la aparición de infecciones si el aseo es insuficiente. Por otra parte, su falta de lubricación la hace sensible frente al lavado exagerado.





Existen tumores de la piel que son frecuentes en el adulto mayor. Por eso, cualquier lesión que crezca debe ser motivo de preocupación y se justifica una consulta, cuando aparecen manchas rojizas múltiples en todo el cuerpo debe sospecharse una alergia a medicamentos, alimentos, sustancias químicas, metales, cosméticos, etc.. ya sea por contacto o ingesta.


Si existen rasguños o heridas superficiales de la piel, la cicatrización puede ser lenta. Debe realizarse aseo y aplicar algún desinfectante.

El aseo puede evitar las infecciones de la piel. Se recomienda baño diario con jabón nuetro, secándose en forma prolija; el pelo debe lavarse por lo menos una vez a la semana.

Si aparecen manchas, bultos o heridas que no cicatrizan, debe consultar a un médico.