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Como hablar de finanzas con tus padres cuando ya son adultos mayores

La edad adulta no llega con la responsabilidad de la vida cotidiana o con las primeras canas, nisiquiera cuando uno ve crecer a los hijos, sino conforme uno empieza a ver viejos a sus padres.
Tener padres en una situación financiera riesgosa o inestable puede tener consecuencias graves tanto para su bienestar emocional (y el tuyo) como para las finanzas del resto de la familia, ya que en caso de existir algún problema, como ahorros insuficientes o falta de seguros de gastos médicos, lo más seguro es que los hijos tengan que hacerse cargo de resolverlos.

Tener una plática de dinero con tus padres es incómodo. Estos cambios son dificiles, ahora yo soy el que explico y tu el que oye. Para que la plática sea fácil y productiva es importante tomar en cuenta cuándo, cómo y dónde tenerla.
Diálogo y respeto son las palabras que se deben d hacer para que las sesiones sean amenas y propositivas.

Éste no es el momento de sermonear a los padres sobre las decisiones que tomaron o que dejaron de tomar, ni de obligarlos a cambiar sus patrones de vida (después de todo, ellos siguen siendo los responsables de su situación financiera).

Es una oportunidad para aclarar dudas, expresar la preocupación que se tiene sobre su bienestar y plantear en conjunto planes de acción y, si son necesarias, soluciones.

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Cómo ser abuelos?

La proximidad del primer nieto provoca emociones encontradas: se siente como si se fuera a dar a luz nuevamente y, a la vez, se genera la impresión de haber envejecido. Ambos sentimientos deben asumirse con actitud positiva.
Las abuelas de hoy ya no responden al estereotipo de la viejecilla frágil que hornea galletitas o teje bufandas; esa imagen sobrevive sólo a través de películas, comerciales, programas de televisión o caricaturas.

En cambio, ahora podemos hablar de mujeres que procuran seguir hábitos saludables, practican algún deporte, tienen muchas amistades y llevan una vida sexual activa.

Cada vez es menos raro encontrar abuelas que se dedican a la política, gerentes de alguna corporación, profesoras en universidades, o personas jubiladas tras haber cumplido una vida de trabajo; todo esto se debe a que las perspectivas femeninas, después de la Segunda Guerra Mundial, han sido muy distintas y ofrecen innovadoras alternativas de superación y realización personal.

Sin embargo, hay un aspecto en el que las abuelas probablemente nunca cambiarán: no importa qué tipo de vida elijan, siempre tendrán un lazo de unión con sus hijos y nietos; no obstante, el papel se desempeñe puede resultar un riesgo en la educación de los pequeños, pues buen pueden mostrarse indiferentes o lejanas, o extremadamente consentidoras.
Como es entenderse, ambos extremos son pocos benéficos.

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Cómo ser abuelo de un adolescente


Los adolescentes están en busca del conocimiento que los abuelos tienen para transmitir. Están especialmente interesados en la historia de la familia, las experiencias personales de sus abuelos, y en discusiones filosóficas sobre la vida, la religión, el amor, el matrimonio, las profesiones, la política, los tiempos en que sus abuelos eran jóvenes, la vida y la muerte, la vejez y otros temas para los que mamá y papá están muy ocupados (o son muy jóvenes) para hablar de ello.

Este conocimiento es adquirido de una manera natural, durante una carrera de autos, pescando, comiendo, cocinando o jugando. Los abuelos representan en espíritu de la familia y constituyen un importante modelo de roles para los adolescentes.

Comunicarse con los abuelos de los adolescentes permite meterse en su mundo también. La educación es necesaria: es útil dirigirse a la biblioteca y tomar un buen libro sobre adolescentes para aprender un poco sobre las necesidades en esta etapa de la vida.
La forma de vida de los adolescentes de hoy es muy diferente a lo que era en generaciones pasadas.

Visite la escuela de su nieto también. Hable con sus profesores. Escuche la música que le gusta a su nieto. Mire sus programas favoritos de televisión. Acompáñelo a comprar su ropa. Asista a encuentros comunitarios sobre temas que le interesen a su nieto. Discuta acerca de su estilo de vida, con una actitud de aprendizaje, no de crítica.


Sus nietos adolescentes le darán la oportunidad de realizar positivos cambios en usted mismo también. Aprenderá a ser tolerante con las nuevas ideas, paciente, comprensivo y flexible.

Aunque es importante meterse en su mundo lo más enteramente posible, es también importante mantenerse en su lugar. Sus nietos necesitan su experiencia y valores (sus maneras, por ejemplo). Sea usted mismo (sin tatuajes ni piercings). Los jóvenes encontrarán seguridad y bienestar con sus abuelos porque pueden ofrecerles un lugar seguro donde refugiarse dentro de su mundo adolescente.

Los púberes quieren que ustedes los comprendan, pero no que sean como ellos. Y que estén disponibles para ellos a su modo. Ellos adoran comer, entonces invítelos a comer comida casera o comprada.

Estar con sus nietos le permitirá mantenerse joven, saludable y vital... y un poquito cansado.

Cuando los problemas existen y el comprensivo, compasivo, nutritivo y libre de estrés medio ambiente que los abuelos pueden ofrecer es justamente lo que los adolescentes necesitan.
Los problemas de sus nietos pueden ser respetuosamente escuchados y los consejos pueden ser dados y recibidos libremente mientras miran juntos un programa de televisión comiendo papas fritas, o durante el viaje hacia un evento deportivo o un día de shopping y sus padres apreciarán el saber que sus hijos están a salvo cuando las cosas se ponen mal. La casa de la abuela siempre es un buen lugar donde ir.


Los adolescentes pueden sobrepasar sus padres con sus asuntos y problemas. Pero los abuelos pueden ofrecer un sano y seguro respiro para los padres dándoles un poco de tiempo para disfrutar.
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La amistad en las personas mayores

La amistad prolonga la esperanza de vida de las personas mayores, incluso más que las relaciones familiares, señala un estudio realizado en Australia y publicado en la revista Journal of Epidemiology and Community Health.

Los investigadores Lynne C. Giles, Gary F. V. Glonek, Mary A. Luszcz y Gary R. Andrews, del Centre for Ageing Studies de la Universidad de Flinders, examinaron durante 10 años la influencia de las relaciones sociales de personas mayores de 70 años con niños, amigos, confidentes y parientes, teniendo en cuenta variables como la vida social, la salud y los estilos de vida. La finalidad del estudio era descubrir en qué afectaban a sus vidas estas relaciones.
Para realizar la investigación, se hizo un seguimiento a 1.477 personas de 70 años en adelante, con el fin de determinar la influencia de las relaciones en su longevidad. Los investigadores se basaron en datos recogidos sobre el envejecimiento desde 1992. El estudio se centró en Adelaida, al sur de Australia.

Contactos con otras personas

Durante la investigación, los participantes debieron revelar información acerca de sus relaciones personales, como el número de veces que contactaban telefónicamente con los miembros de la red social en la que se movían: familia, niños o amigos.
Los investigadores analizaron también la tasa de supervivencia de los participantes durante una década, descubriendo que el contacto con niños y familia (primos, hermanos, sobrinos, etc.) no aumentaba la tasa de esperanza de vida de los ancianos.

Sin embargo, aquellos participantes que tenían más y mejores relaciones de amistad, sí que denotaban estadísticamente mayores oportunidades de permanecer con vida hasta el final del estudio, que aquéllos que no contaban con tanta vida social.

La diferencia era de un 22% de más posibilidades de sobrevivir y de menos riesgo de morir durante esa década por parte de los más sociables con respecto a aquéllos que eran los menos sociables de todos. Las relaciones con confidentes o amigos íntimos tenían efectos insignificantes en la prolongación de la vida de los participantes.

Amigos elegidos, familia no

Los investigadores consideran que el trato con las familias no se elige, mientras que la amistad sí, lo que explicaría por qué las relaciones familiares no posibilitan un mayor tiempo de vida.
Asimismo, señalan la importancia de construir nuevas relaciones de amistad en la vejez, con el fin de reemplazar las relaciones con amigos que van desapareciendo con el paso del tiempo.

Los resultados confirman la importancia de la vida social en la tercera edad, como fórmula para mantenerse ilusionados y activos, lo que propicia una mayor calidad de vida y ganas de vivir, que permiten que la vida se prolongue. El tiempo de supervivencia del hombre está por tanto relacionado con la fuerza de sus relaciones sociales.
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Consejos para viajar en la Tercera Edad



El turismo es uno de esas actividades en las que, las personas de la tercera edad se desarrollan cada día con mayor frecuencia. Es bueno disfrutar luego de toda una vida de trabajo, pero siempre cuidando nuestra salud, que de hecho es lo más preciado cuando llegamos a la tercera edad.

Por tanto, las recomendaciones en cuanto a salud se refiere, son muchas cuando nos disponemos a realizar cualquier tipo de viaje.

Son diversas las opciones que tenemos cuando estás a punto de realizar un viaje. Existen hoteles especiales en los que se respetan las dietas prefijadas por el pasajero y con instalaciones especiales para problemas físicos propios de la tercera edad. En México,existen todo tipo de destinos especiales y las agencias de viajes suelen ofrecer estos paquetes determinados para nuestros abuelos.

Es muy importante no olvidarse de la tarjeta sanitaria de la Seguridad Social, como también realizar una visita al médico antes de partir no está de más. No deben dejarse el botiquín en sus casas, y si siguen algún tratamiento farmacológico, incluyan los medicamentos que van a llevar.Si el viaje se realiza en Europa, es sumamente IMPORTANTE que el turista solicite la Tarjeta sanitaria europea.

También es recomendable, cuando el viaje se realiza a zonas tropicales o de riesgo de enfermedad, consultar por vacunas especiales y por remedios típicos.

En cuanto a la alimentación, es necesario asesorarse bien para obtener la mejor información.
Generalmente las agencias de viaje ya ofrecen en el paquete turístico este tipo de indicaciones especiales.

Es IMPORTANTE que avisemos con antelacipon ante cualquier tipo de particularidad especial de nuestra dieta con respecto a la salud, ya que como hemos dicho,son casa día más numerosos los servicios que ofrecen comidas especiales.

Las posibilidades son muchas y los tiempos,en ese sentido, avanzan a favor de la tercera edad. Informense bien y tomarse el tiempo necesario para planear las vacaciones a conciencia con la situación que cada uno tiene.
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Caida De Cabello


Con el paso del tiempo, el pelo envejece y deja de crecer hasta que se cae. El proceso es el siguiente: el colágeno que lo recubre se vuelve rígido y, consecuentemente, lo aisla de sus elementos nutrientes. De esta forma, primero se ahoga, después se debilita y, finalmente, acaba por caer.
Pero las causas pueden ser muchas otras, no sólo la vejez. Entre los motivos más frecuentes están el estrés, una mala alimentación o el uso de productos capilares agresivos, además de los factores genéticos y hormonales (el embarazo, el abandono de un tratamiento de anticonceptivos, el pos parto o la menopausia son algunos de ellos).


Para prevenir la caída, la utilización de productos adecuados, masajes en el cuero cabelludo y buenos cepillados que estimulen la circulación, acompañados por una alimentación equilibrada, pueden ayudar mucho.

De todas formas, no debemos alarmarnos si vemos que perdemos entre 50 y 100 pelos diarios, ya que esto es totalmente normal. Cada día caen pelos que son renovados por otros nuevos. Por ejemplo, cuando llega el otoño, se nos cae con más frecuencia y suele ser debido al cambio de estación y a los estragos del verano (sol, cloro, sal). Pero podemos decir que hay un problema de pérdida cuando caen más de 100 al día, disminuye el volumen de la cabellera y el pelo se vuelve
más fino.

¿Existe algún tratamiento para la caída del cabello?

Hay tratamientos disponibles dependiendo del tipo de caída del cabello. Si un medicamento le está ocasionando la caída del cabello, su médico podría prescribirle un medicamento diferente. El reconocer y tratar una infección podría ayudar a frenar la caída del cabello. Corregir un desequilibrio hormonal puede prevenir la caída adicional del cabello.

Los medicamentos también podrían ayudar a desacelerar o a prevenir el desarrollo de la calvicie común. Un medicamento disponible es el minoxidil (nombre de marca: Rogaine) que se puede comprar sin receta médica. Este se aplica al cuero cabelludo. Tanto el hombre como la mujer lo pueden usar. Otro medicamento disponible es el finasteride que requiere receta médica para poder comprarse. Este viene en forma de píldoras y es sólo para hombres. Puede tomarse hasta 6 meses antes de que usted pueda ver si uno de estos medicamentos está funcionando.

Si no existe un medicamento adecuado para el tipo de caída de cabello que usted presenta, es probable que usted considere cambiar el estilo de peinado o corte, usar pelucas o postizos, hacerse entretejer cabello o hacerse un implante de cabello artificial.

¿Mi médico puede hacer algo para frenar la caída de mi cabello?

Posiblemente. Su médico probablemente le hará algunas preguntas acerca de su dieta, sobre
cualquier medicamento que usted esté tomando, si usted ha tenido una enfermedad reciente y cómo se cuida el cabello. Si es mujer, el médico puede hacerle preguntas con respecto de su ciclo menstrual, embarazos y menopausia. Su médico querrá hacerle un examen físico para buscar otras causas para la caída de su cabello. Finalmente,
pruebas de sangre, o una biopsia (sacar una muestra pequeña de células para examinar bajo el microscopio) de su cuero cabelludo puede necesitarse.

¿Pueden ciertos cortes de cabello o tratamientos causar la caída del cabello?

Sí. Si usted se hace trenzas sueltas o trenzas pegadas al cuero cabelludo, o si usa rulos apretados, la tensión en el pelo puede ocasionar un tipo de caída de cabello llamada alopecia por tracción. Si la tensión se frena antes de que se forme tejido cicatrizal en el cuero cabelludo su cabello volverá a salir normalmente. No obstante, el tejido cicatrizal puede causar la caída permanente del cabello. Los tratamientos de aceite cliente "hot oil treatments" o las substancias químicas
que se usan en las permanentes pueden causar inflamación, es decir hinchazón del folículo piloso que puede traer como resultado la cicatrización y caída del cabello.
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Cambios psicológicos y sociales en los adultos mayores


A medida que se envejece, se puede dificultar la vida activa por a tres factores principales:
• Invalidez progresiva producida por el proceso normal de envejecimiento fuera de toda relación con procesos patológicos.
• Acentuación de los efectos de las enfermedades crónicas.
Problemas psicológicos y sociales debidos generalmente a situaciones familiares y económicas

Empezamos a envejecer antes de nacer y seguimos haciéndolo a lo largo de toda la vida.
El envejecimiento es un proceso natural que se debe recibir con beneplácito. La esperanza de vida ha aumentado en forma muy pronunciada desde el fin del siglo XX a escala mundial.
Actualmente hay en el mundo aproximadamente 600 millones de adultos mayores y se estima que para el año 2020 serán 1,000 millones.
Sabemos que hay dos tipos de envejecimiento: el que se podría llamar natural, provocado por el mero transcurrir del tiempo, ese tiempo que se extiende desde que nacemos hasta que morimos y que desde él vamos produciendo cambios; y el denominado socio-génico provocado por las
condiciones socio-culturales-económico-políticas que ubican o insertan a cada persona en un lugar determinado de la cadena etaria.

El organismo envejece, esto es, va sufriendo la acción del tiempo
y va transformando sus características y posibilidades, pero también es cierto que tanto las características como las posibilidades son recogidas por el entorno social para fijar pautas, y dictaminar qué puede y qué no puede, qué debe y qué no debe hacer una persona a la que llama “vieja”.
En el caso del adulto mayor en especial, se agrega otra marca conocida, clara y casi fatal por sus consecuencias, la de la edad de la jubilación.

Se le dice: “Ya has cumplido, ahora tienes que descansar y dejar tu lugar a otros más jóvenes”.
No importa si él se encuentra en la cúspide de su rendimiento, capacidad o experiencia, con resto para transmitir lo que sabe y con tela para seguir aprendiendo.
Tampoco importa si, por el contrario, hace 10 años que da muestras de cansancio y de claudicación (física y/o psíquica) o si, harto de la tarea que ha venido desempeñando desde hace ya 4 ó 5 décadas, sus días transcurren en el suplicio de la espera.
A fuerza de ser empujado a “ocupar su lugar”, la desmoral
ización lo invade, la depresión lo desactiva y domina y en esas condiciones, no tiene más remedio que dejar hacer. Porque el adulto mayor tiene que empezar a actuar como tal, porque esto es lo “socialmente correcto”, puede sentirse tan desanimado, tan desesperanzado, tan afrentado por las injusticias de toda índole, que llega a descargar sobre sí mismo lo que de buena gana descargaría sobre su prójimo.

Si el niño es vulnerable por inmadurez, el adulto mayor lo es por hipermadurez. Y así, aunque generalmente provisto de más experiencia, más conocimientos y más capacidades que muchos de los jóvenes que lo desplazan, se encuentra más sujeto a las reprensiones de éstos, a sus reprobaciones y a los dichos de toda especie que, por tradición, suelen propinársele.

En este sentido, y para encuadrarse en el estereotipo y no ser señalado, es habitual ver encorvarse a viejos que podrían caminar erguidos, incluso autoexcluirse del campo de la seducción y renunciar al adorno y al atuendo atractivo por miedo al mote de “viejo verde”.
En suma, es curioso observar como los
viejos se auto-convencen de incapacidades que muchas veces no tienen, por el mero hecho de que “así tiene que ser porque así lo señalan los demás”, mandato que, tanto implícita como explícitamente, llega a tener fuerza de ley.
El conjunto de estos mandatos y muchos otros engendra, además, patologías diversas, desde las somáticas a las psíquicas y, entre ellas, y especialmente la depresión. No obstante, aún cuando la depresión cala hondo, un reflejo sano de auto-conservación impele a seguir viviendo.
Lo que obliga a preguntarse sobre la forma de seguir que se pondrá en juego, esto es, qué calidad de vida se proveerá para que este seguir viviendo tenga sentido.

Hasta aquí lo que ocurre con los adultos mayores sanos. Es obvio que no todos lo son. Los hay que padecen enfermedades diversas y también discapacidades varias. Se diría coloquialmente, que si ser viejo fuera poco, encima está el padecer dolencias varias. El adulto mayor suele cargar con la vergüenza de su minusvalía, una vergüenza gratuita, naturalmente, pero que para algunos resulta poco menos que insoportable. Por lo que se ve retraído, rehuyendo el contacto con otros, rumiando su pérdida de elegancia, temeroso de mostrarse en público por las burlas que, lamentablemente suelen acompañar su paso.

Naturalmente, no siempre ha sido así. Hubo tiempos en que los viejos eran los sabios, los consejeros, los escuchados, los consultados, los valorados. Hoy, con la desacralización de la vida, con la falta de respeto por la naturaleza y por todo lo que huela a valor tradicional, el adulto queda desinvestido de todos los valores que alguna vez lo adornaron y ya no importa cuánto vale, cuánto puede, cuánto sabe. Mas bien, se decreta todo lo contrario.
El individuo nace conjuntamente con la sociedad. De lo contrario, no había ni uno ni otra; una vez instalada la sociedad, cada nuevo sujeto que nace lo hace en un contexto social. Es el grupo en el que se cría el que determinará, qué y cómo será cada uno de nosotros.

La sociedad con sus prejuicios, sus mandatos, sus estereotipos, sus normas, sus ideales y sus sanciones, pesa sobre todos los sujetos en el sentido de controlar la capacidad para el hacer, para la producción. Con ello condiciona (o empuja) al adulto mayor, hacia una más rápida declinación.
Es como si constantemente le estuviera señalando que hay un punto final más cercano al que tiene que ir adecuándose. Se le suele aconsejar que “descanse”, que “no se agite”, que “ya hizo bastante y ahora tiene que dejar que otros hagan por él”. De algún modo, se pretende transformarlo en un ser dependiente, en un inválido, aunque este resultado, cuando ocurre, sea lo contrario de lo que, en realidad, se deseaba. Tampoco se tienen en cuenta las repercusiones internas que tienen éstas “amorosas” recomendaciones.


Por lo tanto, habría que ver a la vejez o al adulto mayor como una etapa más de la vida, no como una enfermedad, saber que la vejez no es sinónima de decrepitud y deterioro, sino que puede ser una etapa lúcida y rica del ciclo vital. En la mayoría de los casos, el adulto mayor sano quiere dar protección más que recibirla y, lejos de esperar pasivamente la muerte, lo que desea es seguir emprendiendo y produciendo nuevas realizaciones, no importa si llegan a completarse o quedan inconclusas, lo importante es el proceso en que el sujeto puede embarcarse, más allá de si puede concluirlo satisfactoriamente o no.

Fuente: enplenitud.com
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El arte de ser abuelo

• Nadie puede hacer por los nietos lo que hace el abuelo.

• No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino el que pierde su única esperanza.
• Cuando seas viejo en la carne, sé joven en el alma.

• Dicen que el tiempo pasa. No es verdad. Somos nosotros los que pasamos por él, y cada momento puede darnos fortuna si entendemos.

Cuando una persona pasa a un segundo plano en el seno familiar, ya sea por su edad avanzada como por el surgimiento de un nuevo jefe familiar, no le resulta fácil; dejar de ser cabeza en el hogar y reducir sus actividades drásticamente, hasta convertirse en una simple voz auxiliar de los hijos –o de los nietos, cuando se lo permiten–, requiere dosis de sensatez, cordura y preparación que no se adquieren en las universidades, pues sólo se consiguen con la experiencia que brindan los años.

Los abuelos tienen mucha influencia en la vida familiar. Hoy por hoy, muchos de ellos atienden a los nietos, los cuidan con cariño y paciencia mientras sus padres salen a trabajar.

Sin embargo, algunos, al pasar los años sienten y viven el abandono y la soledad, debido, quizás, a la falta de consideración de parte de sus hijos y nietos, y también porque muchos de ellos acusan cierto dejo por vivir la vida, el desinterés los aleja de la vida en sociedad y familiar.
Debemos recordar que todos tenemos familia, o quizá, desgraciadamente, ya no la tenemos, pero eso no deja de lado que el cariño que solamente la familia puede dar, nos ayuda a crecer y en ella aprendemos a ser felices.


Una abuelita y bisabuelita muy querida por su familia

El Papel trascendente los abuelos

Es importante considerar que el abuelo tiene un papel trascendente en la convivencia familiar. Una encuesta realizada por esta Pastoral, arrojó que los adultos mayores son una pieza clave en la vida familiar.
La actual situación de crisis económica, ha propiciado en los matrimonios que tanto el hombre como la mujer se desempeñen laboralmente; en virtud de ello, reciben la ayuda de los abuelos para cuidar a sus hijos, contribuyendo así con su tiempo y dedicación a que los niños sigan sintiendo el calor de un hogar.

El Concilio Vaticano II habla mucho de la familia y sus valores humanos cristianos: «El bienestar de la persona y de la sociedad está estrechamente unido a la situación favorable de la familia.
La convivencia en familia es necesaria para no sentirnos aislados. El abuelo cuyo deseo es ser útil en la familia, necesita ser escuchado, aceptado, comprendido y valorado.

La serena presencia de las personas de edad avanzada es una bendición para todas las familias y comunidades. Habéis trabajado duramente y por largo tiempo para legar a los jóvenes un mundo mejor.


"Quiera Dios que experimentes el respeto y la atención afectuosa de las personas que nos rodean. ¡Dios los bendiga siempre! "
Juan Pablo II, Jubileo de la Tercera Edad. Domingo 17 de septiembre de 2000


Por: enplenitud.com