0

LA ESTUDIANTINA DE LA SALLE ESTUVO EN VILLAZUL


El pasado 25 de octubre La Estudiantina de La Salle, nos regalóun maravilloso momento lleno de risas, aplausos, baile y emoción.
Esta tradicional estudiantina con más de 45 años de vida está acargo del Lic. Ramsés Medina, egresado de esta magna casa de estudios, queademás, es director del Grupo Encuentro un grupo interuniversitario con 25 añosde historia. El objetivo fundamental de Ramsés y este proyecto educativo esinculcar valores con un plan de vida estudiantil para que todos los egresadosde esta escuela cuenten con actividades deportivas, culturales y recreativasque fomenten su desarrollo integral. En el caso de la Estudiantina el alumno seintegra a un medio que promueve la participación y la interacción musical,humana, social y de convivencia sana, además de promover talento musical.
La Estudiantina de la Salle no solo promueve valores humanos,también es embajadora musical y cultural de México en el mundo, en su visita aJapón, las barreras del idioma y la cultura fueron rotas por la actitud jovialde sus integrantes y la música vivaracha que tanto los caracteriza. Estosjóvenes son dignos representantes en América, Europa y Asia, con un autenticorepertorio con sabor a México.
Con una filosofía de dar y no pedir, la Estudiantina y el GrupoEncuentro ofrecen a todos un rato agradable a través de la música, música quenos une y nos amalgama en un enorme grupo sin importar edad, credo, raza,condición social; simplemente personas, amigos disfrutando de la compañíafraternal los unos de los otros.
Nuestros residentes disfrutaron en grande de esta visita,gracias a esta maravillosa estudiantina por alegrarnos la tarde y hacernosrecordar hermosos momentos, ¡nos encantó recibirlos!

0

VISITA A TEPOTZOTLÁN



El pasado 11 de octubre fuimos al Pueblo Mágico “Tepotzotlán” en el Estado de México, el nombre de Tepotzotlán es de origen náhuatl y significa “entre jorobados”. Es probable que esta atribución se deba a que la cabecera municipal se localiza frente a elevadas montañas que tienen la configuración de jorobas. El jeroglífico que distingue a la población proviene del Códice Osuna y muestra a un jorobado sentado sobre un cerro.
Este pueblo mágico estuvo poblado por los otomíes, quienes posteriormente fueron sometidos al Señorío de Cuautitlán. Después de la Conquista, se convirtió en una dependencia del Convento de San Francisco de Cuautitlán; posteriormente,en 1580, Tepotzotlán fue cedido a los jesuitas para continuar la evangelización.
Visitamos el ex convento de novicios de los jesuitas, con su hermoso templo dedicado a San Francisco Javier. En ese espacio, hoy convertido en el Museo Nacional del Virreinato, se exponen obras maestras del arte de los siglos xvi, xvii y xviii. Fue el lugar al que llegaban los jóvenes de distintas regiones del virreinato para estudiar, prepararse y poder así ingresar en la Compañía de Jesús. Aquí se formaron la mayoría de los jesuitas mexicanos que después sobresalieron en distintas actividades de la compañía,  ya fuera como maestros en los colegios de las principales ciudades o trabajando con los indígenas de las misiones ubicadas en los territorios del norte, los  más lejanos y desconocidos de entonces. En sus aulas enseñaron eminentes maestros que destacaron en la cátedra, la predicación, la filosofía, la teología, las letras clásicas y las ciencias.

La fachada del templo, de cantera blanca se caracteriza por la riqueza ornamental de las tallas con motivos religiosos y artísticos estilo churrigueresco mexicano.
En el interior del ex convento hay un número incalculable de pinturas, tallas de madera, marfiles, lacas, orfebrería, cerámica, ornamentos religiosos, armas y armaduras de la época colonial.
Además del templo de San Francisco Javier, el conjunto conventual cuenta con varias capillas y claustros, o patios, y una huerta que nos transportan al pasado, a la atmósfera del virreinato, y al mismo tiempo nos llaman al recogimiento. Tomamos una rica nieve de tequila y comimos en un restaurante de la zona, el paseo fue maravilloso.