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Envejece con los mejores alimentos

La cuestón no reside en vivir más años, sino en vivirlos mejor. A continuación te decimos que tipos de alimentos te pueden venir mejor a partir de cierta edad para poder disfrutar al máximo esa etapa madura de la vida.

Pescado blanco y azul
Tanto para beneficiarnos de las grasas saludables de la variedad azul como de las proteínas sin colesterol del pescado blanco, se necesitan cuatro raciones de pescado a la semana (dos de cada tipo).

Aceite de oliva
En su clase virgen extra, el aceite de olvida proporciona vitamina E en abundancia, nutriente que beneficia y protege al cerebro, hígado y pulmones, órganos que se van desgastando con la edad.

Agua
En realidad es buena al envejecer y en cualquier otra etapa de la vida, pero la incluimos aquí porque a medida que nos volvemos mayores disminuye la sensación de sed.

Soja
También mantiene el colesterol a raya por sus ácidos grasos no saturados, pero su característica más importante reside en su capacidad para bajar la tensión, así como combatir el estreñimiento y los síntomas de la manopausia.

Durazno
Por sus altos índices en betacaroteno. esta sobrosa fruta nos ayudará en la reducción de las
consecuencias de la vejez, dado que disminuye la oxidación natural del paso de los años.

Aparte de todos estos alimentos, durante la tercera edad se tendrá
en cuenta que el gasto energético de las personas disminuye, por lo que se debe de optar por aligerar la dieta, evitando el soprepeso.
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Alimentacion apropiada para los Adultos Mayores

La salud, en cualquier etapa de la vida, está condicionada en gran parte por los hábitos, el deporte que se practica y, por supuesto, lo que se come día a día. En la tercera edad, cuando los achaques son una constante, la atención que ha de prestarse a los alimentos que se ingieren y a la forma de cocinarlos tiene una importancia fundamental si se quieren prevenir continuas visitas al médico.

Las personas mayores, más propensas a padecer problemas de hipertensión, diabetes o anemia, pueden ver disminuidas sus dolencias con una alimentación sana y equilibrada cuya elaboración, además, llega a ser una entretenida y creativa tarea. Desde ir a la compra hasta hacer la comida diaria o innovar nuevos platos, la cocina supone una actividad que es beneficiosa no sólo para el estómago, sino también para la mente; hacer la lista de la compra, recordar los ingredientes o estar atento a los tiempos de cocción suponen un sano ejercicio mental.


Las personas mayores tienden a eliminar ciertos alimentos del menú diario, como la carne, por su difícil masticación. Es cierto que, con el paso del tiempo, la dentadura y la mandíbula van debilitándose, pero no es razón suficiente para provocar una carencia de ciertos nutrientes indispensables. La dificultad de comer se resuelve fácilmente mediante purés: verduras, carnes y pescados serán los ingredientes estrella de un primer plato.

Las papilas gustativas también cambian, por lo que se perciben sabores diferentes en alimentos que se está habituado a comer. Además, esta sensación se ve incrementada por el habitual consumo de medicamentos que se da en los ancianos. Por ello, es importante que los platos estén bien condimentados, aunque sin pecar en el exceso de sal.

Las bebidas estimulantes como el café o el alcohol, aunque no es imprescindible eliminarlos drásticamente, sí es conveniente reducir su consumo al máximo. No ocurre lo mismo con la leche o zumos que, además, aportarán una cantidad extra de nutrientes al organismo: proteínas y calcio, la primera, y vitaminas, los segundos. Además, tomar lácteos o determinadas infusiones, como la valeriana o la tila, antes de acostarse permite un mejor descanso, ya que poseen propiedades relajantes.
Dieta diaria

Las grasas constituirán un 25% del aporte nutricional total. Dentro de éstas, es importante propiciar más el consumo de las poliinsaturadas frente a las saturadas, ya que es perjudicial abusar de ellas. Las primeras las encontramos en los vegetales y el pescado.

Las proteínas suponen un 20% de la dieta en la tercera edad. Por tanto, para no exceder esta cantidad, siempre es preferible preparar pescados antes que carnes, a la vez que se combinan con verduras y hortalizas. El consumo de lácteos es necesario de forma especial en esta etapa, ya que representan una fuente fundamental de calcio, cuya carencia acelera la osteoporosis; desnatados serán aún más saludables.

Los hidratos de carbono llegan a un 55%, que conviene conseguir en su variante compleja, y que encontraremos en cereales, vegetales, frutas y legumbres. Asimismo, estos alimentos son una fuente importante de fibra.

Las vitaminas son tan importantes a esta edad como lo han sido en todas las etapas del crecimiento, así como los minerales; entre ellos destaca la importancia del calcio, ya que los huesos experimentan un proceso degenerativo que este compuesto ayuda a prevenir, magnesio, indispensable para el buen funcionamiento muscular y zinc, que es necesario para el sistema inmunológico y va desapareciendo con la edad.

Con unos cuidados mínimos, la alimentación en la tercera edad no será un problema para mantener la buena salud, eso sí, cuidando, incluso más que en otras etapas, los excesos.


Fuente: cocinayhogar.com
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Nutrientes Antiedad

La madre naturaleza es sabía, y en su infinita sabiduría nos proporciona alimentos capaces de retrasar el envejecimiento.
Aunque sea de una forma lenta, existen nutrientes capaces de prevenir el envejecimientro
prematuro y aportando sus múltiples beneficios, nos ayudan a combatirlo.
La vitamina A que nos favorece la cicatrización y ayuda a combatir las infecciones, la podemos encontrar en los lácteos, en el hígado y en las frutas y verduras. O la vitamina B6 que interviene en el metabolismo de las células y la podemos encontrar en las carnes, cereales integrales y legumbres.

También la vitamina C la cual interviene en la producción de colágeno y posee acción antioxidante, la podemos encontrar en el kiwi, cítricos, melón, fresas, quinoto, frutas tropicales, pimiento, tomate, repollo, brotes de alfalfa y espinacas crudas.

Vitamina B2 que es muy útil para casos de acné, dermatitis y ecema y la podemos encontrar en la leche, el yogur y los quesos, pero, también, en el germen de trigo, los cereales integrales y la levadura de cerveza.
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El agua en los mayores

El agua es lo más importante siendo una persona mayor, nos ayuda a estar más sanos y limpos por dentro, nos ayuda a eliminar la grasa. Es recomendable durante el periodo de vida tomar 1 litro y medio diarios.

También el agua es un papel muy importante a la hora de la comida, tomar agua adecuada ayuda a resaltar la experiencia de una buena experiencia de una buena comida.
En los últimos años el agua ha adquirido protagonismo en la mesa, la relación entre el agua y la comida es perfecta. Tiene la función de limpiar las papilas gustativas para poder apreciar los diferentes sabores a lo largo de una buena comida.

Otro punto muy importante es durante el ejercicio, poco ya que te puede dar dolores de caballo, y después del ejercicio asi quemamos mas grasa de lo normal.
Y si quieres tener mejor salud cuando seas una persona de la tercera edad, cuida tu cuerpo y toma mucha agua.
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El colesterol y la aparición de deterioro cognitivo

Tener altos niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol malo) a partir de los 50 años no sólo puede producir enfermedades cardiovasculares, sino también alteraciones de las funciones cerebrales superiores y la aparición de deterioro cognitivo, que a menudo son la antesala de la demencia o el alzheimer.

Demostrado en un estudio realizado por el Hospital Clínic de Barcelona/IDIBAPS, la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, en un total de 117 personas mayores de 50 años fueron sometidas a tests neuropsicológicos para valorar el grado de deterioro de sus funciones cerebrales superiores: estado cognitivo global, memoria, lenguaje, atención, habilidad viso-espacial y síntomas depresivos. El resultado determinó que la incidencia de las alteraciones cognitivas en los pacientes con colesterol fue del 22%, mientras que en la población sana no superó el 3%. La conclusión del estudio confirma que el aumento de colesterol en pacientes de más de 50 años produce alteraciones de las funciones cerebrales.

Esta investigación, demuestra la relación directa entre los niveles de colesterol elevado en sangre y los trastornos de las funciones cerebrales superiores, en especial las relacionadas con la memoria, la atención y la fluidez del lenguaje.

Las personas con hipercolesterolemia familiar, sufren niveles elevados de colesterol LDL a lo largo de toda su vida. Si eres una de ellas atención, sin tratamiento, tu esperanza de vida puede reducirse más de 20 años.
La detección precoz es fundamental para retrasar o evitar esta enfermedad antes de que se produzcan daños irreversibles, y es necesario llevar a cabo hábitos saludables en la infancia, como comer mucha fruta o verdura y poca grasa.
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La Osteoporosis

La osteoporosis es el termino empleado para designar una disminución o alteración del metabolismo óseo y que afecta la densidad y calidad del hueso, haciendo que ésta sea susceptible a las fracturas. Es considerada la principal causa de fisuras óseas en mujeres después de la menopausia y personas mayores en general.

Esta enfermedad no tiene un comienzo bien definido y el primer signo visible son las fracturas de cadera, muñeca o de los cuerpos vertebrales que originaban dolor o deformidad.
A partir de los 35 años se inicia la pérdida de pequeñas cantidades de hueso y múltiples enfermedades o hábitos de vida pueden incrementar la pérdida de hueso ocasionando Osteoporosis a una edad más precoz.

Está comprobado que la menopausia es la principal causa de osteoporosis en las mujeres, debido a la disminución de los niveles de estrógenos. La pérdida de esta hormona por la menopausia fisiológica o por la extirpación quirúrgica de los ovarios, ocasiona una rápida pérdida de hueso, que conduce fácilmente a fracturas (principalmente de muñeca, columna y cadera).

Una mayor probabilidad de desarrollar osteoporosis se relaciona con:
- Falta de Ejercicio
- Consumo del alcohol o cafeína
- Procesos como enfermedad tiroidea, artritis reumatoide y problemas que bloquean la absorción intestinal de cálcio.
- Períodos de amenorrea (falta de regla)
- Algunos medicamentos de uso prolongado como córticoesteroides.
- Menopausia precoz, natural o quirúrgica
- Dieta pobre en calcio por períodos prolongados, especialmente durante la adolescencia y la juventud.
- Tabaquismo

Síntomas

La osteoporosis tiene fama de ser una enfermedad silente porque durante las primeras etapas no existe ningún síntoma de manera que pasa desapercibida para las mujeres que la sufren.
Pero cuando los huesos ya están muy debilitados aparecen algunos indicios como dolor de espalda, pérdida de altura acompañada de una postura cada vez más encorvada y aparición de fracturas vertebrales, de muñeca o cadera.
Tratamiento

El mejor tratamiento de la osteoporosis es la prevención. La ingesta adecuada de calcio y el ejercicio físico durante la adolescencia y la juventud.
Consumir suficiente calcio durante las primeras etapas adultas ayuda a crear huesos fuertes. En las mujeres la masa ósea es un 30% menos que la de los hombres. Los Institutos Nacionales de Salud recomiendan 800 a 1500 miligramos de calcio por día, dependiendo de la edad, y de si está embarazada o dando pecho.
Los productos lácteos son los más altos en calcio.
El consumo adecuado de calcio y de vitaminas durante la madurez es esencial para la salud del hueso. En situaciones de menopausia precoz, las mujeres deben tomar estrógenos para prevenir la pérdida post-menopáusica de hueso.
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Envejecimiento saludable

Ante el aumento de la esperanza de vida, mantener hábitos saludables y evitar factores de riesgo se torna fundamental si queremos vivir más y mejor nuestra madurez..

La esperanza media de vida en México en el año 1900 era de 35 años para los hombres (algo más en las mujeres). Un siglo después supera los 76 años en los varones y los 82 en las féminas. Esto hace que la educación desde la infancia en lo que se conoce como “estilos de vida saludable” sea fundamental de cara a preparar un envejecimiento satisfactorio que nos permita vivir con plenitud los últimos años de nuestra vida.

El manual “Nuevas miradas sobre el envejecimiento”, realizado por el jefe de servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), José Manuel Ribera Casado, explica que para conseguir este envejecimiento saludable hay que tener en cuenta tres aspectos básicos:

1.Evitar los hábitos tóxicos (tabaco o alcoholismo, entre otros).
2.La actividad física.
3.Una alimentación adecuada.

La literatura médica tiene perfectamente contrastado que la actividad física hace que vivamos más tiempo y en mejores condiciones. Además, según este manual, que se ha incorporado recientemente a la web del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social español, el ejercicio mantiene en mejores condiciones los huesos y los músculos, favorece la función cardiaca y respiratoria, ayuda al control de determinadas enfermedades e, incluso, mejora la función mental.

Evitar los hábitos tóxicos

El tercero de los aspectos a tener en cuenta es la obligación de evitar los hábitos tóxicos. En este punto, el consumo de alcohol no tiene por qué ser prohibido totalmente. En la mayor parte de los casos puede ser limitado a un máximo de 1 ó 2 vasos de vino diario.

Sin embargo, lo que no admite excepciones es el tabaco. Este hábito sigue siendo un factor de riesgo para múltiples procesos cardiovasculares, respiratorios y tumorales a cualquier edad, no sólo en las personas mayores. La recomendación es suprimirlo siempre.De esta forma, dado que la esperanza de vida cada vez es mayor, se informa de que aquellas personas que quieran tener un envejecimiento pleno deberán adquirir unos hábitos de vida saludables y evitar factores de riesgo. Éstos les permitirán vivir más y mejor.
Ventajas de la actividad física

Así, vemos que las principales ventajas de la actividad física para que el individuo pueda conservar su autonomía hasta edades avanzadas son:

•Reduce los niveles de ansiedad.
•Ayuda a mejorar la actividad mental.
•Favorece la rehabilitación articular, respiratoria, traumatológica, vascular, post-quirúrgica, etc.
•Mejora la calidad de vida.
•Ayuda a mantener una buena masa muscular.
•Mejora la capacidad aeróbica.
•Reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
•Estabiliza la densidad mineral ósea, previniendo la osteoporosis.
•Modifica favorablemente la homeostasia hidrocarbonada.
•Ayuda al control de procesos crónicos muy comunes en la vejez (cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, depresión, osteoporosis, etc.).
•Ayuda en la lucha contra otros factores de riesgo cardiovascular, como tabaquismo o hipercolesterolemia.
El manual deja bien claro que “la edad nunca va a ser una contraindicación para la actividad física e incluso para el deporte, si se practica de la forma más adecuada para cada persona”. Explica que, desde el simple paseo o el baile hasta la práctica no competitiva de la natación, la marcha, el ciclismo, la gimnasia o el golf, la recomendación debe ser positiva, siempre y cuando no existan contraindicaciones evidentes ligadas a patologías específicas bien conocidas.

Alimentación adecuada y nutrición en la tercera edad

Otro de los “hábitos saludables” que se constituye en uno de los principios básicos de prevención en geriatría es el de una alimentación adecuada. En este punto, las recomendaciones requieren también del lógico sentido común y deben partir de un buen conocimiento de los problemas nutricionales más frecuentes y las necesidades de la persona mayor, así como de sus exigencias energéticas y sus carencias en cuanto a vitaminas y minerales.

•Es fundamental beber agua, que se ingiera una cantidad suficiente de líquido, nunca inferior a los dos litros diarios.
•Hay que fomentar el consumo de fibra, tanto a través de alimentos ricos en ella como mediante preparados específicos.
•Tiene que ser variada, acorde con los hábitos previos del sujeto.
•Debe contener suficiente aporte energético y ser rica en alimentos frescos, en productos lácteos, en vitaminas y en minerales.
•En determinadas situaciones puede estar indicada la administración de suplementos nutricionales o de dietas enriquecidas con vitaminas o minerales.
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Cambios en los signos vitales por el envejecimiento

Los signos vitales abarcan:
Presión arterial Temperatura corporal Frecuencia respiratoria Frecuencia cardíaca (pulso)


TEMPERATURA CORPORAL


La temperatura corporal normaltemperatura corporal normal no cambia significativamente con la edad, sin embargo, a medida que uno envejece se vuelve más difícil para el cuerpo controlarla. La pérdida de la grasa subcutáneasubcutánea hace que sea más difícil mantener el calor corporal, por lo que muchas personas de edad avanzada descubren que necesitan vestir varias capas de prendas para sentirse calientes.


El envejecimiento disminuye la capacidad de uno para transpirar. Las personas mayores encuentran más difícil poder diferenciar cuando están sobrecalentándose. Los adultos mayores están en mayor riesgo de sobrecalentarse (hipertermiahipertermia o insolacióninsolación), al igual que en riesgo de tener descensos peligrosos en la temperatura corporal

La fiebrefiebre es un signo importante de enfermedad en los ancianos y, muchas veces, es el único síntoma durante varios días. Cualquier fiebre que no tenga explicación en una enfermedad conocida debe ser investigada por el médico.
A menudo, las personas de edad avanzada son incapaces de presentar una temperatura más alta con una infección, así que las temperaturas muy bajas y la verificación de otros signos vitales juega un papel importante en la vigilancia de signos de infección en estas personas.

FRECUENCIA CARDÍACA Y RESPIRATORIA

A medida que uno crece, es posible que no sea capaz de tolerar tanto ejercicio como lo hiciera alguna vez. El pulso toma más tiempo en incrementarse al ejercitarse y más tiempo para reducirse de nuevo después del ejercicio. La frecuencia cardíaca máxima que se alcanza con el ejercicio baja.

Sin embargo, aunque la función pulmonar disminuye ligeramente, la frecuencia respiratoria por lo general no cambia con la edad. Los problemas respiratoriosproblemas respiratorios casi nunca son normales. Una persona de edad muy avanzada debe ser capaz de respirar sin esfuerzo bajo circunstancias normales.

PRESIÓN ARTERIAL

Muchas personas mayores descubren que se mareanmarean si se incorporan súbitamente. Esto ocurre cuando la presión arterial baja en forma repentina. Una caída en la presión arterial al ponerse de pie se denomina hipotensión ortostática.
Otros problemas comunes relacionados con el corazón entre los adultos mayores abarcan:
Presión arterial alta (hipertensión arterial) Pulso lentoPulso lento (bradicardia) en forma excesiva Problemas con el ritmo cardíaco ( arritmiasarritmias) como la fibrilación auricularfibrilación auricular.

EFECTOS DE LOS MEDICAMENTOS SOBRE LOS SIGNOS VITALES

Los medicamentos que se usan para tratar los trastornos comunes en los ancianos pueden tener un efecto sobre los signos vitales.
Por ejemplo, los digitálicos usados para la insuficiencia cardíacainsuficiencia cardíaca y ciertos medicamentos para la presión arterial, llamados betabloqueadores, hacen que el pulso disminuya.

Los analgésicosanalgésicos pueden disminuir la respiración.
Los diuréticos pueden causar presión arterial baja y hacer que la presión disminuya al cambiar la posición del cuerpo.

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Alimentación apropiada para los Adultos Mayores

La salud, en cualquier etapa de la vida, está condicionada en gran parte por los hábitos, el deporte que se practica y, por supuesto, lo que se come día a día. En la tercera edad, cuando los achaques son una constante, la atención que ha de prestarse a los alimentos que se ingieren y a la forma de cocinarlos tiene una importancia fundamental si se quieren prevenir continuas visitas al médico.

Las personas mayores, más propensas a padecer problemas de hipertensión, diabetes o anemia, pueden ver disminuidas sus dolencias con una alimentación sana y equilibrada cuya elaboración, además, llega a ser una entretenida y creativa tarea. Desde ir a la compra hasta hacer la comida diaria o innovar nuevos platos, la cocina supone una actividad que es beneficiosa no sólo para el estómago, sino también para la mente; hacer la lista de la compra, recordar los ingredientes o estar atento a los tiempos de cocción suponen un sano ejercicio mental.


Las personas mayores tienden a eliminar ciertos alimentos del menú diario, como la carne, por su difícil masticación. Es cierto que, con el paso del tiempo, la dentadura y la mandíbula van debilitándose, pero no es razón suficiente para provocar una carencia de ciertos nutrientes indispensables. La dificultad de comer se resuelve fácilmente mediante purés: verduras, carnes y pescados serán los ingredientes estrella de un primer plato.

Las papilas gustativas también cambian, por lo que se perciben sabores diferentes en alimentos que se está habituado a comer. Además, esta sensación se ve incrementada por el habitual consumo de medicamentos que se da en los ancianos. Por ello, es importante que los platos estén bien condimentados, aunque sin pecar en el exceso de sal.

Las bebidas estimulantes como el café o el alcohol, aunque no es imprescindible eliminarlos drásticamente, sí es conveniente reducir su consumo al máximo. No ocurre lo mismo con la leche o zumos que, además, aportarán una cantidad extra de nutrientes al organismo: proteínas y calcio, la primera, y vitaminas, los segundos. Además, tomar lácteos o determinadas infusiones, como la valeriana o la tila, antes de acostarse permite un mejor descanso, ya que poseen propiedades relajantes.


Dieta diaria


Las grasas constituirán un 25% del aporte nutricional total. Dentro de éstas, es importante propiciar más el consumo de las poliinsaturadas frente a las saturadas, ya que es perjudicial abusar de ellas. Las primeras las encontramos en los vegetales y el pescado.

Las proteínas suponen un 20% de la dieta en la tercera edad. Por tanto, para no exceder esta cantidad, siempre es preferible preparar pescados antes que carnes, a la vez que se combinan con verduras y hortalizas. El consumo de lácteos es necesario de forma especial en esta etapa, ya que representan una fuente fundamental de calcio, cuya carencia acelera la osteoporosis; desnatados serán aún más saludables.

Los hidratos de carbono llegan a un 55%, que conviene conseguir en su variante compleja, y que encontraremos en cereales, vegetales, frutas y legumbres. Asimismo, estos alimentos son una fuente importante de fibra.

Las vitaminas son tan importantes a esta edad como lo han sido en todas las etapas del crecimiento, así como los minerales; entre ellos destaca la importancia del calcio, ya que los huesos experimentan un proceso degenerativo que este compuesto ayuda a prevenir, magnesio, indispensable para el buen funcionamiento muscular y zinc, que es necesario para el sistema inmunológico y va desapareciendo con la edad.

Con unos cuidados mínimos, la alimentación en la tercera edad no será un problema para mantener la buena salud, eso sí, cuidando, incluso más que en otras etapas, los excesos.


Fuente: cocinayhogar.com