
Sin embargo, todos los expertos coinciden en que el ejercicio es la mejor manera de mantenerse en forma y protegerse ante algunas de las consecuencias más desagradables de la edad. Para las personas mayores el ejercicio no tiene nada que ver con ir a sudar en un gimnasio e intentar que aparezcan músculos en todo tipo de lugares extraños del cuerpo. A nosotros el músculo que más nos debe preocupar y en el que debemos centrar nuestros esfuerzos es el corazón, y debemos mantenerlo fuerte aumentando su actividad.
Si aumentamos nuestra circulación:
* El cerebro es más activa, y esto beneficia nuestra vitalidad
* El hígado elimina las toxinas del cuerpo de forma más eficaz
* Los músculos se fortalecen, dando mayor apoyo al cuerpo
* El sistema de inmunidad se mejora y somos menos vulnerables a enfermedades
* El cuerpo libera más endorfinas y enquefalinas que ayudan al cerebro
* Se queman más calorías
* Se fortalece el corazón y se mejora la densidad ósea, dándonos mayor protección ante la posibilidad de enfermedades coronarias y osteoporosis.

Un consejo es no intentar abarcar demasiado, elegir ejercicios que te gustan, comprar unas zapatillas o botas de andar buenas y cómodas y beber mucho agua.
Si no pueden hacer mucho ejercicio con un paseo, una caminata ligera cada día también es uno de los mejores ejercicios. Piernas y brazos bien ejercitados proporcionan energía y bienestar a todo el cuerpo.
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